Muchos trabajos se pierden a medida que la tecnología avanza. Recuerdo cuando venía a casa el lechero o teníamos que llamar por teléfono mediante una telefonista. Y teníamos largas esperas para hablar a casa si nos íbamos de vacaciones.

Hoy en día hay ciertos trabajos que se están perdiendo poco a poco, como por ejemplo los carteros, los trabajos manuales en metales, las personas de vigilancia, las cajeras de los supermercados. De a poco son reemplazados por un sistema se supone más eficiente y un sistema que permite tener ciertas variables bajo control. En algunos casos permite tener trazabilidad en lo que se hace y eso genera calidad en el producto final.

Indefectiblemente los trabajos mutan. Nosotros estamos inmersos en un sistema de cambio. Por lo tanto, debemos pensar que cuanto más VALOR AGREGADO le demos a nuestro trabajo, más chances tendremos de tener «el mejor trabajo», «las mejores oportunidades» y «el crecimiento profesional». Esto de darle a nuestra profesión un matiz diferente que te permita diferenciarte de muchos que también tienen tu profesión.

Sin lugar a duda la innovación es la estrategia. Tener ideas, capacidad para desarrollarlas, mutar hacia variantes de la profesión, ver antes que otros. La Innovación en Salud es lo que más va a crecer en los próximos años. Debemos incorporar la idea de esta revolución industrial 4.0 que nos está atravesando.

Pero, además, hay otro componente que jamás podrá ser reemplazado: la humanidad. No solo saber qué cosas brindarle a una sociedad necesitada, sino cubrir con humanidad el puente entre esas necesidades insatisfechas y nuestra profesión; entre las enormes desigualdades sociales en el nivel de salud, en la exposición a riesgos y en el acceso a la asistencia necesaria posible y nuestro conocimiento.

Recuerden que los dos capitales del futuro serán la INNOVACION y la HUMANIDAD.