No publiques, primero preguntá!!!. Propiedad intelectual

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Siempre en nuestro imaginario existía la posibilidad de descubrir “algo” que cambiara las reglas de juego, o “algo” que pudiera ayudar a muchas personas a elevar su calidad de vida o a enmendarla si resultara enferma. Pero sabíamos o creíamos que era solo imaginar, nunca podríamos llegar a ese nivel de calidad de ciencia o a ese nivel de descubrimientos. Por suerte nunca nos abandonó la curiosidad, las ganas o nunca bajó el umbral de frustración.

Hoy por hoy hay muchos planos de la ciencia que no son solamente lo que dicen los papers o las que generamos en nuestras investigaciones, sino que son planos complementarios que justamente permiten que las investigaciones puedan llegar a tener impacto. No debemos dejarnos intimidar por el pensamiento de que quizá la idea no es buena o el impacto sea pequeño.

Por eso los científicos debemos, aunque sea brevemente, saber sobre transferencia de conocimientos, transferencia tecnológica, patentes, propiedad intelectual, vinculación en ciencia, etc, debiendo invertir, aunque sea meramente en cursos para poder ahondar en estos planos que corren en paralelo pero que podrían convertir esas investigaciones en logros oportunos para toda una sociedad.

Es verdad que nos pasamos la vida invirtiendo en conocer más: hacemos más cursos, leemos más papers, vamos a más congresos, adquirimos nuevas habilidades, nos relacionamos con diversas ramas académicas. Pero es así, somos científicos y esto es parte de lo que nos toca. Si intentamos hacer “la plancha”, el resultado será que vamos a retroceder. No existe “mantenerse” en ciencia, siempre es necesario un plus de conocimientos.

Y en este mundo rodeado de tecnologías nuevas y disruptivas, aprender sobre tus posibilidades de patentar puede abrirte aún más los ojos y darte cuenta de que, además de ciencia, con las herramientas justas podés lograr transformaciones personales, colectivas, sociales o hasta mundiales.

Hay tres pilares fundamentales para lograr una patente: que sea novedoso, que tenga capacidad inventiva y por último que tenga aplicación industrial. Si por cumplir con tu carrera científica, te apurás y publicas algo realmente extraordinario deja de ser novedoso y por lo tanto pierde la capacidad de poder patentarse. Hay variantes a este punto planteado pero… ¿y si hubieras preguntado primero antes de publicar tu artículo? ¡Recordemos que patentar no significa no publicar, sino que si preguntamos antes podemos hacer las dos cosas! Tenemos estructuras de Transferencia Tecnológica más o menos organizadas, dependiendo en la institución en la que estés, para sacarte las dudas.

La ciencia siempre permite un juego maravilloso entre la realidad, la idealización, lo extraordinario y el azar. No será cuestión que cuando todos esos puntos estén alineados, además de investigación logres otras fronteras de conocimientos y valor.

No te detengas.

Bibliografía y links de interés

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