En tiempos de crisis por pandemia, en la mente de todos lo que la padecemos, siempre hay un hueco para la angustia y el miedo. Es inevitable, porque nos supera, nos cuesta manejar variables inesperadas.

Tomemos aire y tomemos fuerza. No nos podemos quedar quietos. Veamos que oportunidad de cambio, de ayuda y de fortaleza logramos.

Justo ahora, a principios de Abril de 2022, reflexiono sobre la vorágine vivida en estas últimas semanas. Leyendo a Pete Flint (@PeteFlint) (Pete es socio gerente de NFX, una empresa de riesgo con sede en San Francisco), encontré algunos mensajes relevantes de cómo manejarse ante la crisis:

1.    Empatía y velocidad de cambio.

2.    Ver la oportunidad y actuar en consecuencia. Estas son las formas en que se reorientará el enfoque, las tácticas y el equipo para que salgan adelante durante y después de una crisis.

3.    El tercero es el manejo de la psicología. Es crucial que te mantengas a ti mismo, a tu equipo, y los que te rodean saludables, sanos y productivos

Cuando el COVID+19 empezó a tomar fuerza en enero, como grupo de investigación científica pero en un Hospital Público, empezamos a notar que el crecimiento de personas contagiadas iba más allá de la lejana China. No paramos de leer y sacar nuestras propias conclusiones. Para febrero teníamos un propio plan de contingencia, empezamos a reestructurarnos. Para marzo teníamos algoritmos de estudio, técnicas a punto en el laboratorio, elaboración de pautas, proyectos armados y enviados a concurso para subsidios.

Hemos actuado como un grupo creativo de profesionales. Tenemos en nuestra esencia el ser camaleones, ponernos al servicio del prójimo y fortalecer nuestras mentes. Por eso hoy en esta reflexión coloco el Águila Maya como símbolo:

“El águila para los mayas representaba la libertad, un animal que a través de su contemplación permitía la apertura de la mente y por lo tanto la contestación a las preguntas que inquietaran al observador».

El Águila sobrevuela.